El rechazo
“Si el mundo os aborrece, sabed que a mí me ha aborrecido antes que a vosotros. Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece.” Juan 15:18-19
Todos estamos expuestos al desprecio. A medida que vamos creciendo en la revelación de la Palabra de Dios, nos damos cuenta que hay personas que nos van a aceptar y otras que no. Al Señor Jesús también se lo hicieron.
Fuimos formados y creados por Dios para la aceptación; no para el rechazo. Como consecuencia, cuando somos rechazados en cualquier forma, nuestras emociones tienden a deprimirse. No permita que eso sea así. Cuando sea objeto de algún tipo de rechazo, no ceda espacio al enemigo en su corazón para que saque ventaja. No permita que sus pensamientos y emociones queden ligados a las palabras o actitudes que tuvieron en su contra.
Dios siempre va a estar a su lado. Dios siempre va a extender una mano de ayuda. Dios siempre le abrirá una puerta de victoria. Sus emociones serán restauradas por el poder divino, por el poder sanador y milagroso de Dios.
Levántese y deje de darle lugar en su cabeza a las palabras y actitudes de desprecio que tuvieron en su contra. ¡Échelas fuera en el nombre de Jesús! Muévase en el poder del amor sobrenatural de Dios y perdone. Dios está a su favor.