jueves, 26 de noviembre de 2009

Refleccion biblica

ALABANDO EN TODO TIEMPO

Hechos 16:25-34
A eso de la medianoche, Pablo y Silas se pusieron a orar y a cantar himnos a Dios, y los otros presos los escuchaban. Act 16:26 De repente se produjo un terremoto tan fuerte que la cárcel se estremeció hasta sus cimientos. Al instante se abrieron todas las puertas y a los presos se les soltaron las cadenas. 16:27 El carcelero despertó y, al ver las puertas de la cárcel de par en par, sacó la espada y estuvo a punto de matarse, porque pensaba que los presos se habían escapado. Pero Pablo le gritó: 16:28 —¡No te hagas ningún daño! ¡Todos estamos aquí! 16:29 El carcelero pidió luz, entró precipitadamente y se echó temblando a los pies de Pablo y de Silas. 16:30 Luego los sacó y les preguntó:—Señores, ¿qué tengo que hacer para ser salvo? 16:31 —Cree en el Señor Jesús; así tú y tu familia seréis salvos —le contestaron. 16:32 Luego les expusieron la palabra de Dios a él y a todos los demás que estaban en su casa. 16:33 A esas horas de la noche, el carcelero se los llevó y les lavó las heridas; en seguida fueron bautizados él y toda su familia. 16:34 El carcelero los llevó a su casa, les sirvió comida y se alegró mucho junto con toda su familia por haber creído en Dios.

No son pocos ni pequeños los consuelos de Dios para sus siervos que sufren. ¡Cuánto más felices son los cristianos verdaderos que sus prósperos enemigos! Desde lo profundo y desde las tinieblas debemos clamar a Dios. No hay lugar, no hay tiempo que sean malos para orar si el corazón va a ser elevado a Dios. Ningún problema, por penoso que sea, debe impedirnos alabar. Se demuestra que el cristianismo es de Dios en que nos obliga a ser rectos con nuestra vida.
Pablo gritó fuerte para que el carcelero escuchara, y hacerle obedecer, diciendo: No te hagas daño. Todas las advertencias de la palabra de Dios contra el pecado y todas sus apariencias, y todas sus aproximaciones, tienen esta tendencia. Hombre, mujer, no te hagas daño; no te hieras, porque nadie más puede herirte; no peques, porque nada puede herirte sino eso. Aun con referencia al cuerpo se nos advierte contra los pecados que lo dañan. La gracia que convierte cambia el lenguaje de la gente al de la buena gente y de los buenos ministros. —¡Qué grave es la pregunta del carcelero! Su salvación se convierte en su gran interés; lo que yace más cerca de su corazón es lo que antes distaba más de sus pensamientos. Está preocupado por su alma preciosa. Los que están enteramente convencidos de su pecado y verdaderamente interesados en su salvación, se entregarán a Cristo. Aquí está el resumen de todo el evangelio, el pacto de gracia en pocas palabras: Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo, tú y tu casa.
El Señor bendijo tanto la palabra que el carcelero fue de inmediato ablandado y humillado. Los trató con bondad y compasión, y al profesar fe en Cristo fue bautizado en ese nombre, con su familia. El Espíritu de gracia obró una fe tan fuerte en ellos, que disipó toda duda ulterior; y Pablo y Silas supieron por el Espíritu, que Dios había hecho una obra en ellos. Cuando los pecadores así se convierten, amarán y honrarán a los que antes despreciaban y odiaban, y procurarán aminorar los sufrimientos que antes deseaban acrecentar. Cuando los frutos de la fe empiezan a aparecer, los terrores serán sustituidos por la confianza y el gozo en Dios.

lunes, 23 de noviembre de 2009

Predicacion de la Palabra de Dios


ESTE DOMINGO 23 SE LLEVO A CABO LA PREDICACION DEL EVANGELIO EN QUE EL PASTOR DARIO EXORTABA LA PALABRA DEL SEÑOR EN 2da. de Reyes cap 4:1.

DIOS NOS HABLABA DE LA RESTITUCION DE TODAS LAS COSAS QUE HEMOS SOÑADO , LAS COSAS QUE HEMOS PERDIDO Y POR MEDIO DE LA FE VEREMOS LA GLORIA DEL SEÑOR

Iglesia Pueblo de Dios.Reunion general












REUNION DE ADORACION Y PREDICACION DE LA PALABRA DEL SEÑOR-

ESTE DOMINGO 23 DE NOVIEMBRE SE REALIZO EN LAS INSTALACIONES DE LA IGLESIA PUEBLO DE DIOS EL ACOSTUMBRADO CULTO AL SEÑOR.

BAJO LA UNCION DEL ESPIRITU SANTO SE CELEBRO LA ALABANZA Y ADORACION AL SEÑOR EN UN MARCO DE ALEGRIA Y JUBIÑO AL SEÑOR.

EL ESPIRITU SANTO DESENDIO SOBRE SU PUEBLO Y LOS HERMANOS RECIBIAN DEL SEÑOR TODO LO NUEVO QUE EL ESTA DANDO A SU IGLESIA.

DAMOS GLORIA AL SEÑOR POR SU PRESENCIA Y POR TODO LO QUE EL ESTA HACIENDO CON SU PUEBLO Y EN NUSTRA CIUDAD DE ESQUEL.

viernes, 20 de noviembre de 2009

Refleccion biblica




Creer para poder ver

Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron.
- Juan 20:29. … no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven. - 2 Corintios 4:18.

Frente a mí tenía un grupo de niños que había venido para escuchar la lectura de la Palabra de Dios. Ese día íbamos a hablar de la fe. Sin que se dieran cuenta, oculté una pequeña llave en mi mano. Mostrando mi puño cerrado, pregunté: –¿Qué tengo en la mano? Por supuesto, nadie contestó. Entonces dije: –En mi mano hay una llave. Luego volví a formular la pregunta de manera un poco diferente: ¿Quién sabe qué tengo en la mano? Sólo tres o cuatro chicos respondieron algo vacilantes: –Una llave. Entonces abrí la mano y todos los niños la vieron.

Los que confiaron en mí supieron que en mi mano había una llave antes de verla. Los demás siguieron dudando hasta el momento en que la vieron. Así sucede con la fe en Dios. Pero llegará un día en que “veremos cara a cara” (1 Corintios 13:12).

La fe está ligada a la confianza en Dios. Se cree en alguien que es digno de confianza. No creer a Dios es dejar suponer que lo que él dice no es cierto, que puede mentir. Y esta es la más grande afrenta que se le puede hacer.

Para creer a Dios es necesario escuchar lo que él nos dice en su Palabra, la Biblia. Es, pues, necesario leerla con respeto y cuidado. Dios también nos habla por medio de su Hijo Jesucristo. Su vida perfecta y su amor más fuerte que la muerte nos estimulan a confiar en él. El Señor Jesús jamás decepcionó ni decepcionará a los que en él confían.

domingo, 15 de noviembre de 2009

Reflecciones.El amor de Dios


Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros. - Juan 4:11.
En otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz. - Efesios 5:8.

Dios es amor, Dios es luz. Estos dos aspectos de su gloria no deben confundirse,, uno es tan importante como el otro. Cada uno de ellos se manifiesta en las naciones y las intervenciones del Creador para con el hombre.

El amor de Dios hacia el hombre toma carácter de gracia, porque el estado de pecado de este último hace necesario el despliegue de esta gracia. La luz se muestra en su infinita santidad que rechaza el mal y lo juzga. La cruz de Cristo fue la perfecta manifestación de esos dos aspectos de la gloria de Dios: permitió a Dios salvar al pecador, quitando el pecado que su divina santidad no podía tolerar, todo ello mediante la muerte expiatoria del Redentor.

La nueva vida recibida por la fe y comunicada al creyente por el Espíritu Santo tiene los caracteres de su fuente. Esta vida viene de Dios. Ella ama y así da prueba de su divino origen: “Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios” (1 Juan 4:7). El amor es, pues, el fruto y la manifestación de la naturaleza divina del creyente.

El otro carácter fundamental de la naturaleza divina, la luz, hace de los redimidos “hijos de luz”, llamados a hacerla brillar en la noche moral de este mundo, por medio de la verdad, la honestidad, el olvido de sí, la pureza... en contraste con la mentira, el fraude, el egoísmo y la inmoralidad (Filipenses 2:15, Romanos 13:12-14).

domingo, 8 de noviembre de 2009

Refleccion biblica

El sueño

Jueces 16:18 -22

Viendo Dalila que él le había descubierto todo su corazón, envió a llamar a los principales de los filisteos, diciendo: Venid esta vez, porque él me ha descubierto todo su corazón. Y los principales de los filisteos vinieron a ella, trayendo en su mano el dinero.
16:19 Y ella hizo que él se durmiese sobre sus rodillas, y llamó a un hombre, quien le rapó las siete guedejas de su cabeza; y ella comenzó a afligirlo, pues su fuerza se apartó de él. 16:20 Y le dijo: ¡Sansón, los filisteos sobre ti! Y luego que despertó él de su sueño, se dijo: Esta vez saldré como las otras y me escaparé. Pero él no sabía que Jehová ya se había apartado de él. 16:21 Mas los filisteos le echaron mano, y le sacaron los ojos, y le llevaron a Gaza; y le ataron con cadenas para que moliese en la cárcel. 16:22 Y el cabello de su cabeza comenzó a crecer, después que fue rapado.

Véase los efectos fatales de la falsa seguridad. Satanás destruye a los hombres halagándolos para que adquieran una buena opinión de su propia firmeza, y así, los lleva a que nada les importe y nada teman; y, entonces, les roba su fuerza y honor, y los lleva cautivos a su voluntad. Cuando dormimos, nuestros enemigos espirituales no duermen. Los ojos de Sansón fueron la entrada de su pecado (versículo 1), y ahora su castigo empieza por los ojos. Los filisteos lo dejaron ciego y tuvo tiempo para recordar que su propia lujuria lo había cegado antes. La mejor forma de preservar los ojos es quitarlos de la vanidad que se contempla. Aprended de su caída; velad cuidadosamente contra todas las concupiscencias carnales; porque toda nuestra gloria se va y nuestra defensa nos abandona cuando profanamos nuestra separación para Dios, en nuestra calidad de nazareos espirituales.

jueves, 5 de noviembre de 2009

Cristo Alfa y Omega


1:4 -8
Juan, a las siete iglesias que están en Asia: Gracia y paz a vosotros, del que es y que era y que ha de venir, y de los siete espíritus que están delante de su trono;
1:5 y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre,
1:6 y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén.
1:7 He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén.
1:8 Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso.


No puede haber verdadera paz donde no hay verdadera gracia; donde va primero la gracia, seguirá la paz. Esta bendición es en el nombre de Dios, de la Santa Trinidad, es un acto de adoración. Primero se nombra al Padre, descrito como el Señor, que es, el que era y ha de venir, eterno, inmutable. El Espíritu Santo es llamado los siete espíritus, el perfecto Espíritu de Dios, en quien hay diversidad de dones y operaciones. El Señor Jesucristo fue desde la eternidad, un Testigo de todos los consejos de Dios. Él es el Primogénito de los muertos, que por su poder resucitará a su pueblo. Él es el Príncipe de los reyes de la tierra; por Él son derogados sus consejos y ante Él son ellos responsables de rendir cuentas. El pecado deja una mancha de culpa y contaminación en el alma. Nada puede quitar esta mancha, sino la sangre de Cristo, y Cristo derramó su propia sangre para satisfacer la justicia divina, y comprar el perdón y la pureza para su pueblo.
Cristo ha hecho de los creyentes reyes y sacerdotes para Dios y su Padre. Como tales ellos vencen al mundo, mortifican el pecado, gobiernan sus propios espíritus, resisten a Satanás, prevalecen con Dios en oración y juzgarán al mundo. Él los ha hecho sacerdotes, les ha dado acceso a Dios, los ha capacitado para ofrecer sacrificios espirituales aceptables, y por estos favores ellos tienen que darle dominio y gloria para siempre. —Él juzgará al mundo.

Llama la atención hacia ese gran día en que todos veremos la sabiduría y la felicidad de los amigos de Cristo y la locura y desdicha de sus enemigos. Pensemos frecuentemente en la segunda venida de Cristo. Él vendrá para terror de quienes le hieren y crucifican de nuevo en su apostasía; Él vendrá para asombro de todo el mundo de los impíos. Él es Principio y Fin; todas las cosas son de Él y para Él; Es el Todopoderoso; el mismo Eterno e Inmutable. Si deseamos ser contados con sus santos en la gloria eterna, debemos someternos ahora voluntariamente a Él, recibirle, y honrarle como Salvador, al que creemos vendrá a ser nuestro Juez. ¡Ay, que hubiera muchos que desearan no morir nunca, y que no hubiera un día de juicio!

lunes, 2 de noviembre de 2009

ES EL TIEMPO DE DIOS PARA ESQUEL


Refleccion biblica

LA BONDAD DE DIOS

Tito 3:3-5.

Nosotros también éramos en otro tiempo insensatos, rebeldes, extraviados, esclavos de concupiscencias y deleites diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles, y aborreciéndonos unos a otros. Pero cuando nuestro Salvador, y su amor pase manifestó la bondad de Dios ra con los hombres, nos salvó. -


Esta bondad de Dios está magníficamente ilustrada en una historia de David relatada en 2 Samuel 9:1-13. Mefi-boset, el nieto del rey Saúl, se escondió lejos de la capital, en el otro extremo del país. Conocía el odio feroz que sentía su abuelo por su abnegado servidor David, ahora sentado en el trono de Israel. Lo que no sabía era que la “misericordia de Dios” llenaba el corazón de David.Hoy en día ocurre lo mismo con muchas personas. No confían en Dios quien, sin embargo, las ama, y se ocultan cuando él les ofrece su paz.Entonces fue David quien tomó la iniciativa de buscar a ese hombre, traerlo a Jerusalén y hablarle con dulzura y misericordia. Su bondad fue mucho más allá de un simple perdón; lo impelió a que diese a Mefi-boset el estatus de hijo de rey. Como tal comió todos los días a la mesa real, aunque a causa de su invalidez, difícilmente pudo ser útil al rey.Pues bien, Dios obró de la misma manera para con nosotros los cristianos: nos dio el derecho de ser sus hijos, a nosotros quienes éramos hostiles para con él. Desde ahora podemos vivir cerca de él y conocer su voluntad. Conduzcámonos, pues, como hijos de Dios, dando testimonio de “la bondad de Dios nuestro Salvador”.

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