jueves, 28 de febrero de 2008

¿Eres tú la sal de la tierra?

La sal


Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada?
No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres. - Mateo 5:13.
La sal es el medio más importante para sazonar y conservar los alimentos. Es picante, áspera e impide la corrupción y la putrefacción de los alimentos.

¿Cuándo se vuelve insípida y pierde sus propiedades?
La sal que se conocía en la antigüedad todavía no tenía la pureza de la sal común actual, pues contenía una considerable cantidad de otros minerales.
Si se humedecía demasiado en un largo e inadecuado almacenaje, la parte que era la sal propiamente dicha, podía derretirse y ser lavada.
Por esta razón dicho condimento se volvía inútil ya que el resto no era aprovechable.
La sal es, pues, una imagen de lo que los demás deben ver en nuestra vida de creyentes, en nuestro comportamiento y testimonio de la santidad de Dios.
La mayor causa del debilitamiento de ese testimonio, es decir, la pérdida del sabor de la sal, es su conformidad con el mundo.
Sólo cuando nos alejamos de toda clase de mal podemos ser un efectivo testimonio de la santidad de Dios y ser “la sal de la tierra”, sazonando vidas con el evangelio de nuestro Señor Jesucristo.
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Recuerda que te estoy esperando para ayudarte a conocer el camino que nos conduce a todos al verdadero destino que Dios nos tiene preparado. Las enseñanzas de Jesucristo son la guía que puede alejarte del dolor, de la angustia, de la desesperanza en la que quizá te encuentras sumido por estos días. Sólo quiero mostrarte esa mano extendida a la que yo pude sujetarme cuando todo me parecía perdido, y así encontré la luz que me devolvió la sanidad de mi cuerpo y de mi alma.
Acércate escribiéndome un simple mail a elpastordario@hotmail.com y permíteme ayudarte a dar un nuevo sentido a tu vida para que tú también formes parte de "la sal de la tierra".

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