La fe está ligada a la confianza en Dios. Se cree en alguien que es digno de confianza. No creer a Dios es dejar suponer que lo que Él dice no es cierto, que puede mentir. Y esta es la más grande afrenta que se le puede hacer.
Para creer a Dios es necesario escuchar lo que él nos dice en su Palabra, la Biblia. Es, pues, necesario leerla con respeto y cuidado.
Dios también nos habla por medio de su Hijo Jesucristo. Su vida perfecta y su amor más fuerte que la muerte nos estimulan a confiar en él. El Señor Jesús jamás decepcionó ni decepcionará a los que en él confían.
NO camines con Dios por vista sino por creer en el nombre del Señor.
Si quieres conocer más sobre lo que Dios tiene reservado para los que creen en Él sin haberlo visto, podemos conversar sobre tus dudas y tus certezas, tus penas y tus alegrías, tu debilidades y tus fortalezas.
Escríbeme a elpastordario@hotmail.com y podré así guiarte para que averigues si el camino de la fe en Dios puede ser la salida que estabas buscando desde hace tiempo.