LA LIBERTAD EN CRISTO
Si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres. - Juan 8:36.
Dios da gratuitamente la libertad a todos los que confían en Jesucristo. Esto es el Evangelio. Ser salvos por Jesús es ser liberados, liberados de todo cuanto nos esclaviza. Romanos 6:14 afirma: El pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia.
Eso no quiere decir que el creyente no volverá a pecar, sino que está libre del poder del pecado. Erais esclavos del pecado… y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia (v. 17-18).
¿Cómo es posible? Romanos 8:2 nos da la respuesta: La ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte (aquí la ley se refiere –como en el capítulo 7:21– no a la ley de Moisés, sino a un principio que obra siempre en el mismo sentido, como la ley de la gravedad).
Esta liberación nos es dada por pura gracia y debemos apropiárnosla por la fe. Entonces, ¿cuáles son mis recursos?
–No tratar de mejorarme a mí mismo sino aceptar de una vez para siempre lo que la Biblia explica y que confirma mi experiencia, a saber, que mi naturaleza es intrínsecamente mala. Un fruto malo es suficiente para comprobar que el árbol es malo (Romanos 7:18):
– Entender que no puedo, por mis propias fuerzas, dominar todos mis impulsos tendientes al mal (Romanos 7:19):
– Aceptar por la fe que únicamente la muerte de Cristo me ha liberado del pecado que mora en mí (Romanos 7:20).
–Vivir con la ayuda del Espíritu Santo para hacer lo que agrada a Dios.