martes, 13 de enero de 2009

Reflexion biblica

BENDITA BONDAD DE DIOS

Job 42:7 Y aconteció que después que habló Jehová estas palabras a Job, Jehová dijo a Elifaz temanita: Mi ira se encendió contra ti y tus dos compañeros; porque no habéis hablado de mí lo recto, como mi siervo Job.
Job 42:8 Ahora, pues, tomaos siete becerros y siete carneros, e id a mi siervo Job, y ofreced holocausto por vosotros, y mi siervo Job orará por vosotros; porque de cierto a él atenderé para no trataros afrentosamente, por cuanto no habéis hablado de mí con rectitud, como mi siervo Job.
Job 42:9 Fueron, pues, Elifaz temanita, Bildad suhita y Zofar naamatita, e hicieron como Jehová les dijo; y Jehová aceptó la oración de Job.



Después que el Señor hubo convencido y humillado a Job, llevándolo al arrepentimiento, lo reconoce, lo consuela y le da honores.
El diablo se había propuesto demostrar que Job era hipócrita y sus tres amigos lo condenaron por malo; pero si Dios dice: Bien hecho, buen siervo fiel, de escasa importancia es que alquien diga lo contrario. Los amigos de Job habían hecho mal ante Dios, al hacer de la prosperidad una marca de la iglesia verdadera, y de la aflicción la prueba cierta de la ira de Dios. Job, más que sus amigos, había referido las cosas al juicio futuro y al estado futuro; por tanto, dijo de Dios lo que era bueno, mejor de lo que habían hecho sus amigos. Y como Job oró y ofreció sacrificios por quienes habían contristado y herido su espíritu, así Cristo oró por sus perseguidores, y siempre vive, intercediendo por los transgresores.

Servicio de búsqueda

Búsqueda personalizada