Estoy alegre de todas maneras
He aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. -
Filipenses 4:11.
Cada uno se compara con su vecino y, en general, se estima perjudicado. Por otro lado, mucha gente piensa que la felicidad se halla en las cosas materiales: comodidad, distracciones, viajes… Y se olvida que la felicidad se halla en una vida sencilla, en el contentamiento con lo que uno tiene, en la confianza en Dios, “el cual da a todos abundantemente” (Santiago 1:5). No cabe duda de que existen pruebas, enfermedades y hay muchos pobres, sin que esto se deba a la pereza o el despilfarro de los mismos.Pero quien escribía desde el fondo de su prisión: “He aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación”, era Pablo, ese apóstol envejecido y gastado al servicio de Jesús, su Señor. También dijo: “Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”
(Filipenses 4:11-13).