Deja que cristo entre en tu vida
Lucas 19:2 -10
Y sucedió que un varón llamado Zaqueo, que era jefe de los publicanos, y rico,
procuraba ver quién era Jesús; pero no podía a causa de la multitud, pues era pequeño de estatura.
Y corriendo delante, subió a un árbol sicómoro para verle; porque había de pasar por allí.
Cuando Jesús llegó a aquel lugar, mirando hacia arriba, le vio, y le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa.
Entonces él descendió aprisa, y le recibió gozoso.
Al ver esto, todos murmuraban, diciendo que había entrado a posar con un hombre pecador.
Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado.
Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa; por cuanto él también es hijo de Abraham.
Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.
Los que, como Zaqueo, desean sinceramente ver a Cristo, vencerán cualquier obstáculo y se esforzarán para verlo.
Cristo ofrece visita a la casa de Zaqueo.
Donde Cristo va, abre el corazón y lo inclina a recibirlo. El que quiere conocer a Cristo, será conocido de Él. Aquellos a quienes Cristo llama, deben humillarse y descender. Bien podemos recibir con gozo al que trae todo lo bueno consigo. Zaqueo públicamente dio pruebas de haber llegado a ser un verdadero convertido. No busca ser justificado por sus obras como el fariseo, pero por sus buenas obras demostrará la sinceridad de su fe y el arrepentimiento por la gracia de Dios.
Zaqueo es considerado feliz, ahora que se volvió del pecado a Dios. Ahora que es salvo de sus pecados, de su culpa, del poder de ellos, son suyos todos los beneficios de la salvación. Cristo ha venido a su casa, y donde Cristo va, lleva consigo la salvación. Vino a este mundo perdido a buscarlo y salvarlo. Su objetivo era salvar, donde no había salvación en ningún otro. Él busca a los que no lo buscan y ni preguntan por Él.
Deja al Señor que entre a tu casa y date prisa para recibir al Señor de la Gloria-